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Tengo que escribir.

No puede ser, es el millonésimo blog que abro, y no se me cae una idea. Tengo que poner algo, tengo que escribir algo, una nota, un cuento, una review… No… antes tengo que bañarme. Siento que tengo olor a orco después de un picadito con sus amigos los Nazgül. Los Uruk Hai son grandes centrojás. Pero esa es otra historia.

¿Ven?, ya me distraje. ¡Focus, Juan, focus!, tengo que escribir unas líneas. En una época me salian esos cuentos melancobobos en dos patadas. Si, ya se, no quiero volver a eso, me parecen una baratija… bah, baratija no, pero termina con ija igual … es parecido…
¡Ya sé!, una anécdota… Si tuviera una divertida, claro. Afrontemoslo, lo más interesante que me pasó fue encontrar una criollita algo pasada en un paquete de galletitas variedad. Pensé que era una boca de dama mutando, pero cuando se pasó el efecto del clona, me di cuenta que era imposible. Todos saben que las bocas de dama mutan a melba.

De todas formas, la mayoría de la gente que lee el blog no me conoce tanto. Puedo inventar una anécdota re curiosa y todos me van a pedir que la vuelva a contar mil veces. Así de bueno soy mintiendo. Pero, ahora que lo pienso, soy tan poco copado que si invento una historia muy inverosímil, lo más probable es que se den cuenta. Y si cuento una nimiedad, como el criollita-gate, es obvio que van a dejar de leer a la cuarta linea. Creatividad, eso es lo que me falta. Eso y un sable laser. Y posiblemente una lata de duraznos en almíbar. Y no nos olvidemos del baño. TENGO que bañarme. Ya siento el sabor de mi tufo, y creo que así sabe el Mal.

¿Las 3 de la mañana?, uff, y el pescado sin vender. Tengo dos kilos de róbalo esperando en la heladera. Lo malo es que no lo puedo poner en autoservicio. La gente lee “róbalo”, y la muy hija de puta se lo roba.

OK… eso fue innecesario, no hace falta que me lo digan.

Definitivamente, lo que voy a hacer, es dejar esto para mañana, y bañarme. Creo que un cúmulo de mi mugre ya se declaró estado independiente, y en cualquier momento me colonizan la clavícula. Lo que si, me voy a llevar una libretita para dejar al lado de la cama, por si me despierto a la noche de un sueño inspirador, o con la idea para mi ópera prima. Aunque, bien pensado, es inúti. La última vez que hice eso solo logré anotar en la libreta “Scarlett Johanson me trae una pizza y me dice ‘Perdón, no tengo cambio, pero tengo esto’, y al instante se quita la ropa. Luego, me desafía a un piedra, papel o tijera a muerte (con piedras, papeles y tijeras reales). El arbitro es John Malkovich, quien en medio del partido decide declarar un empate ‘porque todos somos humanos’ y se va volando por la ventana. Ahí descubro mi sospecha: John Malkovich vuela. Luego, me desperté”.

Intenté escribir algo con eso, pero me mandé “a la puta que me parió” a las 3 líneas. Osea… ¿Scarlett Johansson repartiendo pizza?, por favor, es una chica con mucho dinero y, además, no se desnudaría. Otra cosa. Todos sabemos que Malkovich vuela. ¡Hello Mr Obvious!... Me odio.

En fin, es mejor que deje de pensar por esta noche. No voy a sacar nada en limpio. Mejor mañana vuelvo y me pongo frente al monitor, y esta vez en serio, subo algo que le cambie la vida a los lectores o, por lo menos, que llene un poco el blog, así me motiva a seguir escribiendo.

Me voy a bañar, en cuanto termine unos tramites con el Estado Independiente de Sobacolgia, que me pide Visa para moverme hasta la ducha.